Puerto de Algecíras
Con los votos en contra de PSOE y Podemos (y la abstención de Ciudadanos), se tumbaba la necesaria e inaplazable reforma de la estiba. La izquierda se ha vuelto a posicionar contra los trabajadores, como es habitual desde sus más remotos orígenes, por más que cínicamente se arrogue su defensa. En este caso concreto, se ha opuesto frontalmente a la inmensa mayoría de los ciudadanos para proteger los privilegios de una reducida casta de apenas seis mil trabajadores, con sueldos y condiciones laborales que distan mucho, no ya de los sueldos y condiciones laborales del trabajador promedio de España, sino de países mucho más prósperos. Privilegios que, paradójicamente, vienen del ministro franquista Girón de Velasco, heredados estos de padres a hijos como de si de una genuina casta aristocrática se tratara.
La izquierda ya no sólo defiende –en una disparatada carambola de la historia- los privilegios concedidos a los voluntarios de la División Azul que lucharon, codo con codo con el nacionalsocialismo, en la Segunda Guerra Mundial, sino que –como viene siendo paradójicamente frecuente-, defiende un sector que niega la entrada y participación de la mujer. Podemos vuelve a convertir el feminismo en una espantajada consistente en llevar brazaletes morados al Congreso al tiempo que ignora a las mujeres, anteponiendo sus intereses políticos o ideológicos particulares a sus legítimas demandas. Pero qué bien queda decir eso de “estar comprometidos con la igualdad”.
¿Y quién sufre la indecencia de los partidos de los trabajadores? Los trabajadores, claro. No el sector ultra-minoritario de la estiba, por supuesto, sino la gran mayoría. Los que acarrearán con los 23 millones de euros que España acumula ya desde Bruselas por retrasar la liberalización de la estiba, más los 134.000 euros que se suman día tras día. Añadiendo los 18.000 empleos que podrían crearse y los 2.400 millones de euros al año en que se elevaría el PIB.
El caso más paradigmático de todo este engrudo es el de las diputadas podemitas que se vieron importunadas por la votación de la reforma de la estiba, al hallarse en esos momentos en un hotel de Nueva York de 250 euros la noche. Al ser entrevistadas, manifestaron haber sufrido estrés al tener que coger de manera tan precipitada un vuelo –en business, claro- para votar –por supuesto- el mantenimiento de las prebendas de otra casta privilegiada.
el tivipata 
Es acojonante, «pensamiento único neo-liberal´´ dicen… Es una desgracia, que 3 de los 4 principales partidos que gobiernan este país sean socialdemócratas( obviamente excluyo a Podemos) , lo de Ciudadanos ya es de risa, estos partidos de centro siempre tienen a llevar consigo una ideología confusa, y no sabes por donde te van a venir, pero lo de Ciudadanos está ya a otro nivel, liberales se autodenominan, ya…Y del asunto en sí que decir, estos grupos feministas que lejos de apoyar la igualdad, atacan al sistema político que más igualdad le ha dado a la mujer, el liberalismo, a estadísticas me remito, compara la situación de la mujer en Nueva Zelanda, Suiza o Canadá con Cuba o Venezuela. Y si hablamos de los sueldos y condiciones laborales de los trabajadores, ya el cínico paternalismo de la izquierda con los trabajadores acaba siendo ridículo…Mejor apoyar a partidos cuyas decisiones benefician a una casta de mafiosos y privilegiados estatales, o a regímenes como el de Castro, en el que un trabajador cobra de media 520 pesos mensuales(24 dólares). No hay nada más tonto que un obrero de derechas, claro…
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No hay nada más tonto que un obrero de izquierdas, en realidad. Ningún sistema esquilma más a los trabajadores que los socialistas, y todo para, en nombre del igualitarismo izquierdista, subsidiar al que no produce. Con respecto a PP o Ciudadanos… el clásico complejo de derechas. Saludos.
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